Cómo gestionar la culpa irracional
Acerca de este curso
Existen dos tipos de culpa: la culpa positiva, que es la que nos permite ser conscientes de si hemos perjudicado a alguien en un momento determinado, por lo que nos ofrece la oportunidad de reparar el daño; y la culpa irracional, que podemos sentir si al hacer lo correcto, por contra, sentimos malestar. Esto ocurre normalmente por una cuestión social, de educación y de cultura, donde se nos enseña a ser buenos e incondicionales con cualquier persona.
La culpa irracional, causa una enorme angustia y, si no nos paramos a entender cómo funciona y cómo manejarla, sufrirla, nos podrá acarrear una ansiedad considerable.
La culpa positiva, al contrario que la irracional, tiene una funcionalidad beneficiosa para que las relaciones interpersonales puedan darse de manera adecuada. La culpa irracional puede sentirse por algo que hemos dicho, hecho o hemos dejado de decir o de hacer. Este tipo de culpa suscita un sentimiento de preocupación y desasosiego agudo y continuo, que llega a ser, en ocasiones, una tortura para quién la pacede. Algunas personas llegan a somatizar este estrés con dolores musculares y de cabeza, ya que esta preocupación se vuelve cada vez más obsesiva. Por eso, saberla resolver es imprescindible para restablecer la paz interior.
Contenido:
- ¿Qué es la culpa?
- La culpa positiva vs la culpa irracional
- Causas de la culpa irracional
- Factores que alimentan la culpa irracional
- Diario de la culpa irracional. Registro
- Cómo gestionar la culpa irracional: proceso de sanación
- Racionalización. Elaboración de expresiones poderosas
Material: Recurso descargable en PDF de la gestión de la culpa irracional.
Es perfecto para: Aquellas personas que tienen por bandera ser buenas personas y les cuesta decir “no” a las peticiones, especialmente abusivas, de los demás. Suelen ser individuos a los que no les gusta que piensen mal de ellos, tienen un alto concepto de la bondad y de la responsabilidad y no saben poner límites. Apenas piden favores a nadie y sin embargo, se ocupan mayormente de las necesidades de los demás. Inconscientemente, buscan el reconocimiento, la valía y el cariño del entorno. Muchas veces, suelen rodearse de algún abusador que no para de pedirle favores y la persona, al no querer ser desagradable o por que no piensen que es mala, accede a las peticiones de ellos. Cuando alguna vez han protestado justamente o dicho que no, se llenan de un sentimiento desagradable y punzante, que es la culpa irracional. Y es irracional porque en realidad, han hecho lo que debían, por lo tanto, no tendrían que sentirse mal. Son personas propensas a “comprar” la basura emocional del otro, que les quiere manejar mediante chantajes o manipulaciones. El que siente la carga de consciencia, termina rindiéndose para evitar el conflicto y el malestar que genera la culpa irracional. Por tanto, al ceder a las peticiones de los demás, se pisan sus derechos fundamentales y se sienten abusados y utilizados. Esto les llena de tristeza y frustración y les afecta profundamente a su autoconcepto, dañando seriamente su autoestima.
Contenido del curso
Curso ‘Cómo gestionar la culpa irracional’ – Parte 1
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Curso ‘Cómo gestionar la culpa irracional’ – Parte 1
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